Gracias a Dios, pudimos tener algún tiempo de vacaciones, en diciembre nos fuimos a la playa unos días, un campamento infantil de la Iglesia, un buen tiempo para las amistades y la socialización. En enero y en febrero nos tomamos unos días, en dos ocaciones distintas, y nos fuimos a acampar. Acampar siempre es una buena experiencia, el tener que vivir sin la electricidad y sin la tv, sin las comodidades que se tienen en casa nos ponen a prueba.
Aparte de los impevistos, que siempre le ponen chispa a todo. En una maniobra un poco rápida que dejó nuestro auto atascado sobre una roca de donde no lo podíamos sacar y que, gracias a dos buenos samaritanos que acudieron en nuestro rescate, casi se nos funa el viaje. Lo que pudo ser un muy mal rato es ahora una experiencia aprendida para referencias futuras. Nuestro chofer (papá), dió muchas gracias a Dios por estos buenos samaritanos que nos ayudaron a salir del percance.
Debimos bajar algo de carga para poder mover el auto
Ahora estamos preparándonos para comenzar un nuevo año, no hemos dejado de buscar conocimiento en todo, el camino, un paseo, las noticias, los juegos, etc. Pero ahora que todos los niños, amigos y primos van a la escuela nosotros debemos ponernos más constantes también. Tenemos ya nuestro proyecto para comenzar a desarollar, que abarca muchos aspectos.
Conforme avancemos iremos publicando lo que llevemos a cabo.